Más de 219 mil hectáreas de bosque afectadas por incendios en Honduras en lo que va del 2024


28/05/24. El Instituto de Conservación Forestal (ICF) informó que un total de 219 mil 417 hectáreas de bosque han sido afectadas por incendios forestales en lo que va del año en Honduras.

Según los datos del ICF, se han registrado más de dos mil 800 incendios forestales en el país centroamericano durante este año. El departamento de Olancho ha sido el más afectado, con 66 mil 765 hectáreas de bosque perdidas. Le sigue Francisco Morazán, donde se localiza la capital Tegucigalpa, con 42 mil 261 hectáreas afectadas.

El departamento de Gracias a Dios suma 25 mil 195 hectáreas dañadas por 99 siniestros. En el combate de estos incendios han participado más de un millar de personas, incluyendo personal del ICF, Fuerzas Armadas y otras instancias.

Entre las principales causas de los incendios forestales en Honduras se encuentran las altas temperaturas que se registran este año, la quema de tierras para la agricultura y la acción criminal del hombre.

Las autoridades del ICF reiteran el llamado a la población para que extremen las precauciones al realizar quemas controladas, a fin de evitar la propagación de incendios forestales.

La destrucción de grandes extensiones de bosque implica la pérdida de hábitats para numerosas especies animales y vegetales, muchas de las cuales pueden estar en peligro de extinción. Además, los incendios pueden erosionar el suelo, lo que dificulta la regeneración natural de los bosques y aumenta el riesgo de deslizamientos y otros desastres naturales. La desaparición de la cubierta forestal también afecta la regulación del clima y la disponibilidad de agua, agravando problemas de sequía y afectando los suministros de agua potable.

La contaminación del aire es una de las consecuencias más inmediatas y visibles de los incendios forestales, consecuencia que es evidente en la actualidad en varias regiones del país.

Durante un incendio, se liberan grandes cantidades de dióxido de carbono, monóxido de carbono, y partículas finas que pueden viajar a grandes distancias, afectando la calidad del aire en áreas urbanas y rurales, acumulándose en una gran capa de humo que envuelve a las ciudades, por ejemplo, Tegucigalpa y sus alrededores.


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